Espejo, espejito...

¿Amigo o enemigo? 

Ni lo uno ni lo otro, o puede que los dos, según el momento o el estado de ánimo. 

¿Quién no tiene un espejo en su casa? O lo lleva en el bolso, en el caso de nosotras, mujeres más o menos coquetas...

"Espejo espejito mágico, ¿quién es la más bella del reino?"

Los espejos como utensilios de tocador y objeto manual fueron muy usados en las civilizaciones egipcia, griega, etrusca y romana. Como mueble de habitación empieza con el siglo XVI, pues aunque en los dos siglos anteriores se mencionan algunos ejemplares históricos, apenas era conocido y su uso poco corriente

EL REFLEJO DE OTRA 

Ana Sefern

Lola se mira en el espejo detenidamente, examina la imagen que refleja, la analiza, no la reconoce como suya y la repudia. La mujer del espejo implora su atención, es una llamada muda, un grito silencioso y, sin embargo, exigente. Lola se resiste a escucharlo, pero es demasiado imperioso y no puede evitar alzar sus párpados arrugados. 

Cree vislumbrar algún rasgo en aquél rostro que le resulta vagamente familiar, e intenta retenerlo en un primer plano, superponerlo al reflejo que desdeña, ese que no se corresponde con su realidad. Ella es la otra, la que todavía asoma detrás de los pliegues de sus muchos años, la de la mirada limpia, la de la sonrisa tímida. A esa sí la reconoce, la siente latir en su interior.

Y la acaricia dulcemente posando su mano huesuda en el espejo, ese maldito embustero que se empeña en engañarla.

El espejo ocupa un lugar importante en la mitología y las supersticiones de muchos pueblos.

La imagen que se refleja en él se identifica con frecuencia con el alma o espíritu de la persona, de ahí los vampiros, por ejemplo, que son cuerpos sin alma, no se reflejen en él.

Cuando un moribundo está a punto de fallecer es común que se cubran los espejos por temor a que el alma quede encerrada en ellos.

Fuente: La sombra alargada de Wikipedia.

Mira si no, se dejaron este espejo sin cubrir y...

Y este. Descubierto y a la intemperie, vaya por Dios. 

Fijaos, se diría que en él hay atrapadas unas cuantas almas. También es posible que no, que sean solo manchas, no nos pongamos en lo peor. Seguramente estemos viendo (sin ver) a un sanguinario vampiro que ha salido de caza al caer el sol. Queda todavía un poco de luz diurna, pero eso no es nada para un vampiro moderno; el paisaje es tan apropiado y está tan sediento...

Perdón, al final me he dejado llevar por mi lado oscuro. Creo que últimamente lo tengo excesivamente desarrollado... La influencia del cercano Halloween, voy a echarle la culpa y quedo mejor.