Inocencia, juventud, inconsciencia, diversión, amistad, amor, desamor, trabajo, esfuerzo. Sonrisas y lágrimas. Momentos de soledad, ilusiones, arrugas. Recuerdos.
Tiempos mejores o peores o, simplemente, diferentes. La humanidad ha tenido que adaptarse a la época que le ha tocado vivir.
Sin embargo, hay algo invariable, que no muta, que se mantiene firme en nuestro pasado, presente y, seguro, perdurará en el futuro, en las generaciones venideras: la sustancia de que se compone la vida. Porque lo que realmente tiene valor no cambia nunca.